Ahora no es mi hijo?

Esta es una breve historia de como ha sido mi divorcio y la pérdida de mi hijo con algo más de 3 añitos de edad. El motivo de contar todo esto, viene simplemente del hecho de que cuando a mí me pasó me consolaba leer las palabras de otros.

 

....contado en 2012

En 2010 llevaba con mi mujer casi 10 años. A principio de este año planteamos una separación definitiva, un par de crisis nos ha llevado hasta ello. Tenía un niño de algo más de 3 años.

El planteamiento era hacer una custodia compartida, yo era el que principalmente me ocupé del niño esos 3 años pero entendíamos que era la mejor solución para el pequeño. Así lo planteamos y así empezamos un primer período viviendo juntos ya que ella no trabajaba desde hacía poco y yo quería resolver las cosas legalmente antes de irme de casa, así lo habíamos organizado. Pero a la vuelta del verano las cosas cambiaron, ella me dijo que los niños son de las madres y que yo sería una referencia para el niño pero que era ella quién era la responsable y que el acuerdo sería posible si establecíamos un régimen de visitas para mí. Eso me destrozó porque primero no era lo que yo quería, ya era un trauma la separación familiar pero convertirme en un visitador de mi hijo no lo podía asumir y en este punto entraron abogados para cada uno, negociaciones que no llevaban a ningún sitio porque ninguno estábamos preparado para eso. Pero entre medias de presiones y chantajes de ella, ya que ella asumía que el niño era suyo y yo no entendía esto, un día me dijo que yo no era el padre y me lo tomé como que no sabía ya cómo hacerme más daño y me soltó eso. Comentarios similares me los había hecho a principios de año en alguna riña del tipo "a lo mejor el niño no es tuyo" pero en esas ocasiones no le hice caso. Esta vez quise buscar algo de verdad en todas las discusiones y presiones y un día llevé al pequeño a hacer un análisis de ADN. A la semana siguiente me dieron los resultados y no me lo podía creer, se me vino el mundo encima, no era hijo mío y además de eso la impotencia por lo mal que se estaba portando ella conmigo. A partir de ahí tendría que decidir qué hacer con mi vida y con la de mi hijo pero desde ese momento entendí el porqué de su obsesión en que ella era la responsable sobre el pequeño. Legalmente yo ya no podría luchar por una custodia compartida, tendría que asumir un régimen de visitas. Ella continuo con su abogado negociando el tema económico de forma irracional e insostenible para mí, yo intenté negociar este aspecto pero al final decidí tomarme un tiempo, no podía seguir sin saber qué hacer. Ya no vivíamos juntos, me fui a otra casa, casi no veía al niño y si lo veía era muy limitado y según sus condiciones. Durante ese tiempo mío de reflexión ella interpuso la demanda de divorcio donde argumentó la mentira de su vida, que es cómo asumí yo la paternidad desde el nacimiento, ya que por motivos legales hay un año desde que se conoce este hecho y a partir de entonces el vínculo legal es irrenunciable. A día de hoy entiendo que este argumento vino del consejo de su abogada para evitar demandas de daños y perjuicios en este tema. Las navidades las negociamos y pasé unos días con el pequeño pero luego hubo tensiones por cuestiones que teníamos pendientes y utilizaba al niño como moneda de cambio. Al final, después de asesoramiento legal, de consultas a psicólogos, asociaciones de padres separados, etc, e intentando ser plenamente consciente de lo que iba a hacer sin condicionantes externos tomé una decisión, la decisión de seguir con mi vida, creí que sería lo mejor para mí y para el niño por el simple hecho de que si yo no estoy bien no voy a ser ningún valor para ese niño, porque esa relación que me unía a él no podía estar basada en una gran mentira, era algo que yo no sabía si era posible de asumir y que el pequeño lo iba a pasar mal, aunque me consolaba pensar en que aún es pequeño y tendrá tiempo de olvidar. Yo nunca dejaré de decirme a mí mismo si lo he hecho bien o no, a veces sueño con él y me echa en cara el abandono pero luego se abraza a mí, no le deseo a nadie una situación así. Si eres una madre la que lee esto, por favor, piensa en el niño no en tus intereses.

Hoy hace más de un año y medio que no le veo y sigue siendo difícil para mí y me imagino que para él también.

 

 ...contado en 2015

Hoy quería contar algo más sobre mi caso, llevo ya mucho tiempo sin ver al que fue mi hijo, hace 2 años tuvimos un encuentro corto porque ella un día me llamó y me dijo que al niño le vendría bien verme para que viera que yo era real, ya que desde hacía 3 años no me veía y él me echaba de menos y preguntaba mucho por mi, yo por él haré lo que sea y lo que pueda. El encuentro fue muy especial, tenía muchas dudas y mucho miedo, pero fue distendido, jugando un rato con él como si el tiempo no hubiera pasado. Pero al día siguiente y durante unos cuantos días sentí bastante ansiedad, necesitaba verle de nuevo y la verdad es que ya no volví a saber nada de él, con la madre la realidad es que nos llevamos muy mal y por lo tanto es inviable cualquier tipo de acercamiento. Yo he remontado mi vida, tengo pareja de nuevo y hemos tenido niños, a pesar de esto le sigo echando de menos un montón, ha sido mi primer hijo y eso es único.



Para el que lea esto tengo que dar un mensaje claro, en un proceso de separación difícil hay que tomarse el tiempo necesario, a veces es mejor separarse cuanto antes para encontrar las soluciones, dentro del conflicto las decisiones que tomamos seguramente no sean las mejores para uno mismo, si hay un niño por medio buscar la manera y el momento adecuado de hablar entre ambos de lo mejor para él.

 

Espero que otros padres que hayáis sufrido esto podáis encontrar la mejor solución entre todas, partiendo de que cualquiera va a ser muy mala, yo tomé la mía como individuo dadas mis circunstancias, pensando en mi y creyendo que para el niño era lo mejor no estar entre dos mundos en conflicto.

 

Creo que hay que luchar por la igualdad de los derechos entre hombres y mujeres, creo que es una medicina preventiva para los menores, porque si todos partimos de los mismos derechos, nadie podrá estar en una situación dominante frente a la ley. Podrían existir protocolos de pruebas de ADN tras los partos, en los hospitales, o que haya alguna medida por la que los padres/madres se enfrentaran a la determinación biológica de su paternidad/maternidad y de esta manera no condicionar la vida de un menor a un abuso o engaño por parte de sus progenitores.

   

Por último, quiero escribir aquí algo también sobre las personas que han estado a mi lado, para mí ha sido lo más importante, aquellos que me escucharon cada día, que me aconsejaron, que me dieron su opinión, que me hacían reír, que me hacían distraerme, aquellos también que no podían entender mi decisión pero que la respetaron y al final se alegraron por mí, gracias a mis amigos, a mi pequeña gran familia, a mi abogada, a mi psicóloga a todos los padres de la asociación de custodia paterna por compartir sus experiencias y por aconsejarme, hacen un gran trabajo día a día luchando por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

He perdido a mi hijo, ojalá pudiera seguir en su vida, esto me ha llevado a ver la materia humana de la que estamos hechos la mayoría y en gran medida me sirve de equilibrio para seguir con mi vida e intentar aportar un granito de arena para que esto no le suceda a otros padres.